Empecé a comer en exceso compulsivamente a una edad muy joven. Y más tarde, dejé de comer al completo a la edad de 12 años, después de ser acosada por mis compañeros, por ser “gorda”. Mi desorden alimenticio me seguirá afectando el resto de mi vida, pero estoy muy orgullosa de decir que me dieron la ayuda que necesitaba y ahora estoy tan feliz y sana, como nunca lo he estado.

Los trastornos alimenticios son graves y complejos problemas que afectan a millones de hombres y mujeres de todo el mundo, pero a muchas personas realmente no las entiendo. Por ejemplo, es un error muy común escuchar que los trastornos alimenticios sólo tienen que ver con la comida, porque en realidad son de muchos más problemas.

Los desordenes alimenticios suelen provenir de la baja autoestima, presión, ansiedad, o en mi caso, de ser objeto de burla y ridiculización por mi peso. También creo que es un gran factor que contribuye a estos sentimientos, la presión de que hay unas normas ahí fuera y son imposibles de cumplir.

Es por eso que estoy tan orgullosa de haberme asociado con la fundación Jed para la campaña “Love is Louder than the Pressure to be Perfect”. A través de la campaña, animamos a todos a querernos tal y como somos y aceptar a los llamados ‘defectos’ que en realidad hacen en nosotros ser únicos.

Si tú o alguien que conozcas sufre trastornos alimenticios, es recomendable hablar y buscar a un profesional. Hay un montón de buenos sitios por ahí con consejos sobre cómo obtener información acerca de esta enfermedad. Una gran recomendación que yo aconsejo es The National Eating Disorders Association.

Tú puedes recibir ayuda y sentirte mucho mejor.

STAY STRONG. 

Con amor, Demi Lovato